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Bebe Dom o La ciudad planeta, sin opus (2013)
- Ópera en dos actos y 22 escenas
con libreto de Horacio Ferrer

Duración: 130 minutos
Acto I: 70 minutos - Acto II: 60 minutos.

Orquestación: Coro, Coro de Niños y Orquesta: 2.2.2.2 - 3.0.3.0 - Cuerdas.

Tipo de Obra: Obras Escénicas

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Estreno mundial: 20 de octubre de 2013 en el Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina
Director musical: Maestro Mario Perusso
Orquesta ejecutante: Orquesta Estable del Teatro Colón
Coro ejecutante: Coro Estable del Teatro Colón, Coro de Niños del Teatro Colón
Director del coro estable: Maestro Miguel Martínez
Director del Coro de Niños: Maestro César Bustamante
Director de escena: Marcelo Perusso
Diseño de escenografía, vestuario y luces: Marcelo Perusso
Realización de luces: Rubén Conde
Realización audiovisual: Ricardo Carrasquet

 

Editor original: BARRY EDITORIAL. Representantes exclusivos para todo el mundo.

 

Personajes


Bebe Dom                                 
- Tenor (en el estreno Gustavo López Manzitti)

Gea                                   - Mezzosoprano (en el estreno Florencia Machado)

Fargas                               - Barítono (en el estreno Víctor Torres)

Lili                                     - Soprano (en el estreno María Victoria Gaeta)

Alma Ciudad                       - Soprano (en el estreno Myriam Toker)

Coro de Mendigas                      - Dos sopranos y una mezzosoprano

                                           (en el estreno Marina Silva, Soledad Espona y María Luján Mirabelli)

Hormurcurats:

Rey Murc (en el estreno Julián Mardirosian*)

Rey Rat   (en el estreno Germán Crivos*)

Reina Hor (en el estreno Natalia Giardinieri*)

Reina Cuc (en el estreno Malena Bernardi*)

Diariero                                        - Tenor (en el estreno Pablo Sánchez)

Calaveras  (en el estreno Juan Borja, Sebastián Sorarrain, Gustavo Gibert, Sebastiano De Filippi)

Bim (en el estrenoIgnacio La Rosa Grasso*)

Coro de Beatas (en el estreno Laura Delogu, Carla Paz Andrade, Jaquelina Livieri, Natacha Nocetti, Cintia Velázquez, Laura Domínguez, Cecilia Jakubowicz, Celina Torres)

Coro de Pregoneros (en el estreno Gabriela Ceaglio, Vanesa Mautner, Hernán Sánchez Arteaga, Leonardo Fontana)

Coro de Borrachos (en el estreno Eduardo Bosio, Ricardo Ochoa, Fermín Prieto, Emmanuel Faraldo, Juan Salvador Trupia, Gabriel Vacas, Christian De Marco, Roman Modzelewski)

*Actores figurantes en escena

La música

 

A nivel formal es más bien incidental, yo uso el tema de la ciudad, que es el de Bebe Dom, uso leit motiv, uso atonalismo libre, uso tonalidad, un poco de todo. Me valgo de todos los artificios que se usan en la composición del posmodernismo digamos, de hoy en día. No uso decafonismo ni nada de eso pero si todos los elementos de la orquestación moderna, de la armonía moderna, etcétera. Y respecto del canto, quiero que sea cantable, que los cantantes canten.


Mario Perusso

Argumento:

Acto I

La “ciudad planeta” se encuentra en plenitud: tumultos en sus avenidas, atascamientos en autopistas, largas colas en los bancos. Los ciudadanos cumplen con el rito diario de trasladarse, trabajar, dormir y ahorrar, mientras se entremezclan con pregoneros que todo lo venden y mendigas conocedoras de destinos. Todos son presentados por Alma Ciudad.

Un diariero anuncia el asalto al Parlamento, mientras Bebe Dom, arquitecto de fantasías, ahoga sus penas en un vaso de vino. Él, que estuvo hace mucho tiempo enamorado de Sara, ha levantado una torre que nadie entiende, con el financiamiento de Fargas, usurero dueño de un banco, hoy viudo de Sara y padre de Lili. Treinta años han pasado y sus destinos siguen unidos.

En la televisión dan detalles del robo a los archivos del Parlamento, y a la rara luminosidad que emana la torre erigida en los distritos del sur, mientras Fargas recibe en su despacho a Gea, su secretaria, con los temas que tienen pendientes: alquileres, importación de aceites, mensajes de los Hormurcurats, búsqueda de su hija Lili. Terminados los trámites, Gea pide permiso para salir temprano; debe ir al juzgado a buscar su sentencia de divorcio y hacerse cargo de su hijo Bim, que no oye ni habla todavía. Fargas, buscando congraciarse con ella, se hace cargo de los gastos de Bim y ensaya una invitación a cenar.

Las noticias continúan en la televisión, mientras en la plaza los ciudadanos circulan en búsqueda de su tiempo de amar. Alma ciudad de paso al amor que desencadena el drama: el de Bebe y Gea, que sueñan con su encuentro.

Lili cara de Feria, interrumpe con su llegada el ensueño. Enamorada de Bebe, lo interroga acerca de la función de la torre. Entran juntos al bar y conversan sobre Fargas. Bebe es el único que conoce que Lili es su hija y que ella se oculta de él. Para colmo de males, su secretaria es también su vecina.

Una llamada lo interrumpe a Bebe; Fargas lo espera a media noche en el café para entregarle su cheque. Continúan las noticias sobre los documentos robados: amenazan con quemarlos y una ola de smog avanzará amenazante en la ciudad.

Lili está en la casa de Gea, al custodio de Bim. Dice conocer al autor del robo. Sus genes le anuncian que es su padre. Lo confirmará con su informante, el Rey Murc, mano derecha de los enjuagues de Fargas. Y planea venganza a través de los Calaveras. Lo quiere derrotado y poner su fortuna al servicio de Bebe.

Por su parte, Bim se altera ante la mención, -por parte de Lili- de su pasado pueblerino, la emigración de sus padres y, ante la ausencia de su madre, al ver a su padre en brazos de la amante.

Llega la noche, los ciudadanos se retiran lentamente de la plaza, es la hora de los Hormurcurats. Se presentan al servicio de Fargas y cobran por ello. Las proféticas mendigas son corridas por los malhechores, y a los gritos de smog, abandonan la plaza.

Fargas se encuentra con Gea, y Bebe con Lili. El banquero le propone matrimonio a Gea, Lili a Bebe. Los dos los rechazan, les falta un gran amor y se sienten predestinados a otros.

Llegan los Calaveras que arrastran a Lili al cabaret. También coinciden allí Fargas y Bebe. Fargas intenta entresacarle, entre copa y copa, donde se encuentra su hija.

Alma Ciudad presenta a Lili, que da comienzo a su espectáculo; su público, los Calaveras. Ante provocaciones mutuas e intentando recabar información, los Calaveras someten a Lili. Mientras, Gea y Bebe se sueñan mutuamente.

La escena la interrumpen los Hormurcurats, enemigos declarados de los Calaveras, provocando una refriega entre ellos. Sobre Bebe dormido en una mesa, Lili le deja de recuerdo la pulsera que era de su madre y sale.

Los noticieros anuncian nuevos datos sobre el pánico imperante en la ciudad: tragedia de subtes, escapes de vapores, muertos y heridos.

En el banco, Fargas felicita al Rey Murc por haber escondido los documentos robados en la Torre de Dom y promete como paga un porcentaje de la venta del aceite en mal estado que compró por monedas. Le pide una cita con la pelirroja del cabaret para sacarle información de los Calaveras. Murc desaparece ante la interrupción de Gea.

Fargas le ha conseguido el divorcio, ella ya está libre. La ciudad ha cambiado su fisonomía. El smog despertó el temor: ya nadie ahorra y un grupo de desocupados gira alrededor de una olla popular manejada por las mendigas.

Una vendedora de palomas le entrega una a Bebe, que sueña con conocer los mensajes de hombres y mujeres de otras ciudades.

En su casa, Lili está durmiendo acompañada por el Rey Murc. El alcohol y la droga son sus compañías. Lili le pide que se vaya. Le dice que se reencontrarán luego bajo la Torre. Bebe golpea a la puerta. Trae de regalo la paloma. Cada uno recuerda a su madre y a su padre muertos, sus frustraciones y su amor no correspondido.

Retorna la ciudad con toda su actividad. Obreros, desocupados, la vendedora de palomas y Bebe que trata de convencerlos de luchar por una ciudad ideal, donde se viva armoniosamente. Todos lo ignoran; nadie lo comprende.

Gea se prepara a partir de su casa. Lili, que vino a quedarse a cargo de su hijo, le pregunta por su jefe, descubriendo que Fargas le propuso matrimonio.

Viendo sucumbir sus sueños de heredar la riqueza de su padre para dársela a Bebe, y aspirando nuevamente droga delante de Bim, planea asesinar a Gea, entregándose al Rey Murc como forma de pago por sus servicios. Se queda dormida sobre la mesa bajo la mirada atónita de Bim, que en un ataque de nervios, estrangula a la paloma, se droga con lo que dejó Lili y se escapa.

Vuelve la ciudad a ponerse en acción. Ciudadanos, desocupados y una actriz asediada por reporteros componen la escena. Entre ellos, los Hormurcurats incitan a la protesta y Bim, desapercibido, pasa entre la multitud.

El smog empieza a cubrir la escena. Los sueños de Bebe y Gea flotan entre la multitud que, desesperada, huye en múltiples direcciones. Desde el fondo de la plaza aparece el Rey Murc llevando en sus brazos al cadáver de Bim. Lili, que llega en ese instante, mira desesperada.

 

Acto II

Feriantes, mendigas y ciudadanos, niños que juegan al fútbol; el diariero trae nuevas noticias, mientras Fargas, que acompaña a Gea –de duelo- se dirige al banco. Un grupo de borrachos se acerca al café donde Bebe ahoga sus penas, en tanto las beatas rezan junto a Gea. Bebe se acerca a los niños y ve en la pelota al mundo que se desplaza por el espacio.

Llega Lili, desesperada por la muerte de Bim y escapando del asedio de Fargas. Sus secuaces la tienen rodeada. Bebe la ha dejado una esquela bajo su puerta, alertándola.

En el banco, Fargas recibe la visita de los Calaveras. Conocen la verdad sobre el asalto al Parlamento. Le proponen negociar, repartirse el dinero y culpar a un tercero: Bebe Dom.

Gea llega a su casa entre sollozos y sufrimientos. Descubre una esquela en la puerta de Lili. La toma y golpea a la puerta que está entreabierta. Lili, destruida en su sillón, se conmueve al verla. Gea prefiere no hablar del niño, sino de lo que acaba de descubrir. Que Lili es hija de Fargas. Pero hay algo más que la atormenta ¿quién es Bebe Dom?

En el café, se encuentran Bebe y Fargas. Entre mutuas acusaciones sobre quién robó los documentos, Fargas le ofrece un cheque en blanco para hacer su ciudad ideal.

Se escucha el sonido de un organito en la plaza. Comienza un baile delirante. Ente beatas, borrachos y Hormurcurats se entremezclan Fargas con Gea y Lili con Bebe. Los Hormurcurats se llevan a Bebe, a quien golpean salvajemente, mientras la vendedora de palomas es atacada por la multitud. Se desata una tormenta de nieve comandada por la Muerte y el escenario queda vacío. Bebe tirado en el suelo, Gea dormida en un banco y Fargas bailando con Lili, de quien intenta aprovecharse. Descubriendo que es su hija, huye con un alarido.

Los televisores siguen dando malas noticias en la ciudad. Fargas espera en el café a Bebe, que entra golpeado. Le dice que la gente responsabiliza de todas las desgracias a esa torre de su autoría. Le propone huir para salvarse. Bebe prefiere quedarse; una nueva ciudad se refundará.

Ahora su imagen aparece en los televisores como culpable de los hechos.

Gea en su casa tiene lista la mesa para comer. Espera a Fargas para despedirse. Planea marcharse para siempre. Llega Lili, a quien confiesa haber visto en las imágenes la cara de ese amor ideal que ha estado esperando sin encontrar. Si, ese sueño tiene nombre: Bebe Dom. Lili sale corriendo sin cruzarse con su padre. Fargas viene a pedirle a Gea que se quede. Pero en el medio de la comida descubre que se ha utilizado el aceite en mal estado que él comercializaba. Sabe que los dos morirán. Gea le descree y se marcha dejándolo solo.

La ciudad está en ebullición. Todos buscan al culpable de los males. Aparece Bebe y Lili detrás suyo. Intenta salvarlo y le propone llevarlo al encuentro de Gea en la base de la torre. La muchedumbre destruye los globos de una vendedora mientras el Rey Murc se dirige con un arma a Bebe. Fargas, que ha llegado en ese momento, se interpone entre ellos recibiendo el disparo. Los Hormurcurats abandonan la plaza ante la inmovilidad de Bebe y el resto. El diariero trae nuevas noticias: fue vencido el smog. La multitud se retira mientras Bebe, solo, queda a la espera de un mañana mejor.

Argumento publicado en el programa de mano entregado en ocasión del estreno mundial de
Bebe Dom o La ciudad planeta, en octubre de 2011, en el Teatro Colón de Buenos Aires